NO MATARÁS!
Para aquellos que dicen seguir sus principios cristianos.... Sólo para que se informen mejor.
^^
NO MATARÁS.
(Tomado del libro "Evangelio de la salud de San Juan", capítulo 25).
Es que la vida dada por el Altísimo ningún hombre tiene la autoridad de quitarla sino sólo Dios. El que quita la vida al prójimo, aunque fuese Rey, Juez o un enemigo, es un malhechor y un reo ante la Justicia inminente, la cual tarde o temprano le hará cancelar esta cuenta, anotada con letras indelebles en la eterna memoria del Libro de la vida.
El que quita la vida al prójimo en realidad la quita a sí mismo, pues una muerte semejante se prepara para sí mismo. Y si mata animales para comerse sus carnes, estas carnes se tornarán veneno en su cuerpo, envenenándolo, produciendo dolorosas enfermedades, una vida llena de achaques, angustias y una muerte tormentosa.
Por el dolor la angustia, el miedo y el terror que el hombre ocasiona a los animales en el momento de sacrificarlos, tarde o temprano tendrá que sufrir la misma semejante angustia, conforme a la eterna de la Ley de justicia y amor, expresada en la siguiente sentencia: "Con la misma vara que midas serás medido".
La carne es un alimento abominable, un veneno en potencia que envenena hasta la última gota de vuestra sangre, ocasionándoos, tarde o temprano, dolorosas enfermedades y una angustiosa y prematura muerte. Porque el animal en los momentos de ser sacrificado, sufre un miedo mortal, tirita, brama, sobreviniéndole un terror tal que le produce un sudor frío, llamado sudor de la muerte, que es un poderoso veneno cadavérico, raíz y causa de las grandes enfermedades que acechan al hombre, porque trastorna todo funcionamiento fisiológico en sus entrañas. La consecuencia fatal es la alteración de las facultades psíquicas que a veces llegan hasta una demencia total. Luego se altera también el funcionamiento del corazón, estómago, los órganos digestivos, de la vista, del oído, olfato, etc. La nariz pierde todo su control olfativo sobre los alimentos, lo que podéis comprobar en un simple ensayo: si por ejemplo, el olor de algunos vegetales os repugna, es señal segura de que vuestro olfato es anormal, descompuesto, ya que la naturaleza jamás produce alimentos con olores repugnantes, sino siempre con aromas gratos, para que sean atrayentes al paladar. Es que el organismo olfativo perfectamente sano, en su pleno y normal funcionamiento, halla deliciosos los aromas de esos vegetales.
Además, las vibraciones bajas del animal, las emociones y sentimientos, propios de su especie, se transfieren al hombre al consumir sus carnes, contagiando su vida psíquica, rebajando sus sentimientos, sus emociones y sus gustos a la categoría de ese animal, portándose el hombre a veces peor que un animal en su fiereza y agresividad, pues no tiene escrúpulos en matar y aun en provocar una sangrienta matanza. La mayoría de los conflictos bélicos son provocados por tales hombres.
Entonces un discípulo preguntó: "maestro, si prohíbes comer la carne como alimento, ¿qué comeremos?"
Cristo respondió: El Padre Celestial ha dicho: Os doy toda clase de hierba que crece en el campo, todas las legumbres y verduras que producen vuestros huertos y también toda fruta de vuestras arboledas, para que os sirvan de alimentos; además, la leche de vuestros animales y todos sus subproductos y derivados.
Pero respetaréis la vida de esos animales, no los mataréis, ni comeréis sus carnes ni su sangre, pues, así no quebrantaréis la suprema ley de No Matarás.
Algún comentario???
Saludos!
PLUR
^^
NO MATARÁS.
(Tomado del libro "Evangelio de la salud de San Juan"
Es que la vida dada por el Altísimo ningún hombre tiene la autoridad de quitarla sino sólo Dios. El que quita la vida al prójimo, aunque fuese Rey, Juez o un enemigo, es un malhechor y un reo ante la Justicia inminente, la cual tarde o temprano le hará cancelar esta cuenta, anotada con letras indelebles en la eterna memoria del Libro de la vida.
El que quita la vida al prójimo en realidad la quita a sí mismo, pues una muerte semejante se prepara para sí mismo. Y si mata animales para comerse sus carnes, estas carnes se tornarán veneno en su cuerpo, envenenándolo, produciendo dolorosas enfermedades, una vida llena de achaques, angustias y una muerte tormentosa.
Por el dolor la angustia, el miedo y el terror que el hombre ocasiona a los animales en el momento de sacrificarlos, tarde o temprano tendrá que sufrir la misma semejante angustia, conforme a la eterna de la Ley de justicia y amor, expresada en la siguiente sentencia: "Con la misma vara que midas serás medido".
La carne es un alimento abominable, un veneno en potencia que envenena hasta la última gota de vuestra sangre, ocasionándoos, tarde o temprano, dolorosas enfermedades y una angustiosa y prematura muerte. Porque el animal en los momentos de ser sacrificado, sufre un miedo mortal, tirita, brama, sobreviniéndole un terror tal que le produce un sudor frío, llamado sudor de la muerte, que es un poderoso veneno cadavérico, raíz y causa de las grandes enfermedades que acechan al hombre, porque trastorna todo funcionamiento fisiológico en sus entrañas. La consecuencia fatal es la alteración de las facultades psíquicas que a veces llegan hasta una demencia total. Luego se altera también el funcionamiento del corazón, estómago, los órganos digestivos, de la vista, del oído, olfato, etc. La nariz pierde todo su control olfativo sobre los alimentos, lo que podéis comprobar en un simple ensayo: si por ejemplo, el olor de algunos vegetales os repugna, es señal segura de que vuestro olfato es anormal, descompuesto, ya que la naturaleza jamás produce alimentos con olores repugnantes, sino siempre con aromas gratos, para que sean atrayentes al paladar. Es que el organismo olfativo perfectamente sano, en su pleno y normal funcionamiento, halla deliciosos los aromas de esos vegetales.
Además, las vibraciones bajas del animal, las emociones y sentimientos, propios de su especie, se transfieren al hombre al consumir sus carnes, contagiando su vida psíquica, rebajando sus sentimientos, sus emociones y sus gustos a la categoría de ese animal, portándose el hombre a veces peor que un animal en su fiereza y agresividad, pues no tiene escrúpulos en matar y aun en provocar una sangrienta matanza. La mayoría de los conflictos bélicos son provocados por tales hombres.
Entonces un discípulo preguntó: "maestro, si prohíbes comer la carne como alimento, ¿qué comeremos?"
Cristo respondió: El Padre Celestial ha dicho: Os doy toda clase de hierba que crece en el campo, todas las legumbres y verduras que producen vuestros huertos y también toda fruta de vuestras arboledas, para que os sirvan de alimentos; además, la leche de vuestros animales y todos sus subproductos y derivados.
Pero respetaréis la vida de esos animales, no los mataréis, ni comeréis sus carnes ni su sangre, pues, así no quebrantaréis la suprema ley de No Matarás.
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Saludos!
PLUR
Etiquetas: Animales